sábado, 31 de marzo de 2012

Historia del fin del mundo



Autor: Fernand Gigon.
País: Suiza.
Año: 1976.

Argumento: El libro cuenta, con tono periodístico, los efectos que provocó en un pueblo japonés la contaminación por mercurio de la bahía en la que se encontraba. Los habitantes sufrían gravísimas secuelas degenerativas.

Suceso real: En los años 50 empezó a desarrollarse en una región de Japón una gravísima enfermedad que recibió el nombre de Enfermedad itai-itai (en Japón) o Enfermedad de Minamata (en el resto del mundo, conocida así por la bahía de Minamata, epicentro de la contaminación). En 1956 empezaron a detectarse los primeros casos. Los afectados presentaban síntomas tales como ataxia, alteración sensorial en manos y pies, deterioro de la vista y el oído, debilidad, parálisis y, finalmente, la muerte. En ese año de 1956 murieron 46 personas. Las mascotas y los animales domésticos también presentaban síntomas parecidos. La investigación determinó que entre los años 1953 y 1956 murieron 111 personas y se contabilizaron 400 casos. Incluso madres que no presentaban síntomas dieron a luz niños con secuelas.
En 1968, el Gobierno japonés dio una conclusión oficial: La causa oficial de la enfermedad era la contaminación por mercurio de peces y marisco, que los habitantes de la región consumían. Esta contaminación era provocada por los vertidos de la empresa petroquímica Chisso. Entro los años 1932 y 1968 (año en que se cambió el proceso de síntesis por otro menos contaminante), la empresa habría vertido 81 toneladas de mercurio a la bahía.
La contaminación se habría producido al alimentarse los peces del plancton, quedando así también contaminados. Más tarde, estos peces eran capturados por las personas de la región que se alimentaban de ellos (además, en la región se solían alimentar de pescado crudo). Por primera vez, en un caso de contaminación medioambiental en Japón se aceptaba el nexo entre alimentos contaminados y una enfermedad.
Las víctimas de la enfermedad llevaron a cabo una campaña para reclamar una reparación que la empresa no estaba dispuesta a darles. El caso empezó a ser conocido internacionalmente a raíz de una exposición fotográfica del estadounidense W Eugene Smith entre los años 1971 y 1975, en la que se mostraba a muchas de las víctimas de la enfermedad. Finalmente, en 1996 fueron indemnizadas. Todavía en el año 2011, se han diagnosticado 2.955 casos por la Enfermedad de Minamata. De ellos, 2.265 viven en la costa del mar de Yatsushiro. El Gobierno japonés ofrece ayudas económicos y para los gastos médicos a los afectados, así como exámenes médicos a ls habitantes de la región afectada.

Comentarios: Historia del fin del mundo resulta un libro casi espeluznante. Con un estilo totalmente periodístico, casi milimétrico, Fernand Gigon relata al lector todos los entresijos del caso de Minamata. Un caso que me recuerda al de Bhopal, aunque aquí no estemos hablando de un accidente, sino de una contaminación provocada por un vertido constante durante décadas.
En el libro se nos relata cómo vivían los afectados por la contaminación, cuidando de familiares que no pueden valerse por sí mismos. Los mismos que posteriormente, cuando se descubra la responsabilidad de la empresa petroquímica, comenzarán a protestar (algo que sorprende al lector, ya que califica a la sociedad japonesa como de conservadora). Incluso comprarán acciones de la empresa para poder asistir a sus asambleas y decirles a la cara a los directivos lo que estaba sucediendo. Una lucha muy valiente por parte de estas familias destrozadas injustamente. El autor también nos explica cómo se desarrolló la enfermedad, la contaminación y los esfuerzos de diferentes artistas por dar a conocer lo que estaba sucediendo en esta región; como el caso de dos estudiantes japoneses de cine que realizaron un documental que fue censurado, o el fotógrafo estadounidense W Eugene Smith, que realizó una exposición fotográfica sobre las víctimas de Minamata que dio a conocer el caso al mundo entero.
En definitiva, este libro da a conocer muy detalladamente, a las futuras generaciones (entre las que nos podemos incluir, puesto que somos posteriores a los acontecimientos que relata) un caso del que seguramente pocos habíamos oído hablar.

Escena favorita: Me gustó especialmente el capítulo en el que el autor describe esa lucha ejemplar de los afectados contra los responsables de la empresa petroquímica que provocó los vertidos.

Calificación: 10/10.

domingo, 25 de marzo de 2012

Pánico bajo el hielo


Directores: Gregg Champion y Alan Smithee.
Actores: Stephen Baldwin, Gabrielle Anwar y Tom Conti.
Año: 1997.
País: Estados Unidos.

Argumento: Un submarino militar estadounidense debe transportar a un equipo científico al Ártico. Sin embargo, lo que empieza como una misión rutinaria, se transforma en una misión de combate cuando en el sónar aparece un submarino ruso.

Comentarios: 1997 parece que fue el año de los submarinos militares problemáticos. Tras Aguas turbulentas llegó Pánico bajo el hielo. Esta nueva película es, como suele pasar con muchas de este estilo, una película de tópicos. No hay casi nada destacable y le falta algo de tensión. El reparto tampoco ofrece muchas esperanzas. Capitaneado por Stephen Baldwin (el menos conocido de los hermanos Baldwin) y Gabrielle Anwar, ninguno logra destacar (claro que a Stephen baldwin se le recuerdan pocas, por no decir ninguna, interpretación solvente). Hay un mínimo de suspense y tensión, pero sobre submarinos hay películas mejores.

Escena favorita: Ninguna que destaque especialmente.

Calificación: 3/10.

sábado, 24 de marzo de 2012

Alerta: la presa no resiste



Autores: Xavier Espanya, Josep Blay y Fulgencio Torremocha.
País: España.
Año: 1983.

Argumento: Este libro recoge datos, imágenes y testimonios del desastre provocado por la rotura del pantano de Tous en 1982.

Suceso real: El 19 de octubre de 1982 se registraron intensas lluvias en la comarca de la Ribera. Por esas fechas, el levante español suele sufrir intensas precipitaciones que duran un par de días, algo que se conoce como Gota Fría. El 20 de octubre por la mañana, algunos pueblos junto al río Júcar (Xúquer en valenciano) empezaron a sufrir las primeras inundaciones y mucha gente ya empezaba a marcharse hacia cotas más altas. Sin embargo, desde el Gobierno se insistía en que no pasaba nada y que estaba todo controlado. Sin embargo, no era así.
El embalse de Tous tenía orden de no abrir las compuertas para aprovechar el agua de las lluvias. Sin embargo, cuando ya se hizo evidente que el embalse no podía mantener el agua que llegaba, se decidió abrir. Un fallo en el sistema eléctrico (que era la primera vez que se utilizaba en esta presa) impidió la apertura. También se intentó la apertura manual, pero no se logró. La presa tenía un sistema obsoleto que no había sido revisado desde su construcción. Además, tampoco disponía en ese momento de personal cualificado (según la versión oficial). Esto provocó que el agua empezara a desbordarse por encima del embalse. El día 20 comenzaban los primeros rescates de gente aislada en sus casas por la inundación. También los primeros fallecidos, como los pasajeros de un autobús de trabajadores de la central nuclear de Cofrentes, arrastrados por el agua cuando se dirigían a su lugar de trabajo. Ese día, hacia las 19:15 se producía el desastre. El muro del embalse no aguantaba más y se derrumbaba. Una ola de agua bajó recorriendo la cuenca del río Júcar y arrasando todas las localidades que encontraba a su paso. Incluso en la desembocadura del río, en la localidad de Cullera, se sintieron los efectos.
El Gobierno intentó minimizar la tragedia diciendo que no pasaba nada. Existe una anécdota que cuenta que un Guardia Civil dijo a los periodistas que la presa había reventado. Cuando Leopoldo Calvo Sotelo, que aún era presidente del Gobierno (dentro de unos días se celebrarían elecciones generales en España, que ganaría Felipe González), lo oyó, pegó un golpe en una mesa enfadado y dijo que ese tipo no tenía ni idea de lo que decía porque las presas no pueden reventar. Por cierto, que ese agente moriría años después durante las labores de extinción de un incendio.
Otra anécdota habla de que se encontraron restos de la central nuclear de Cofrentes (que se encuentra unos kilómetros más arriba del pantano). Se dice que la central nuclear de Cofrentes es la única central nuclear del mundo que ha sufrido de forma solvente una inundación.
El desastre, conocido como La Pantanada (Pantanà en valenciano), provocó la muerte de una treintena de personas (algunos nunca fueron encontrados, por lo que la cifra real de fallecidos difiere según las fuentes) y más de cinco mil afectados en más de treinta localidades. Carcaixent y Alzira fueron las localidades con más población de las afectadas. Allí, el agua alcanzó los seis metros. Pero los récords se batieron en Beneixida (ocho metros) y Sumacàrcer (nueve metros). Otras localidades, como Sueca, tuvieron la suerte de no sufrir ningún daño, aunque quedaron aisladas. Redes de trenes y carreteras quedaron gravemente dañadas.
Tras la tragedia, localidades como Beneixida o Gavarda se reconstruyeron en lugares más elevados (aunque en el caso de Gavarda, algunos habitantes decidieron quedarse en el emplazamiento orignal del pueblo, consiguiendo que el ayuntamiento del nuevo emplazamiento se hiciera cargo de sus servicios básicos). El embalse fue reconstruido, con nuevas medidas de seguridad, y se terminó de construir en 1994. A pesar de las promesas electorales que han ido haciendo todos los partidos políticos, muchas familias y damnificados, a día de hoy, no han recibido el dinero que les corresponde, o no se les ha devuelto el dinero de los créditos que necesitaron para reconstruir sus propiedades.

Comentarios: Un año después del desastre de Tous apareció este libro, publicado por una editorial de Alzira, y con material de tres periodistas. El libro resulta muy interesante para entender una de las grandes tragedias vividas en Valencia y en España. El libro contiene testimonios y explicaciones de la tragedia, que ayudan a entender lo sucedido. Viene apoyado por una gran cantidad de material fotográfico que hace una idea de la magnitud del desastre (nunca había tenido tanto sentido la frase "Una imagen vale más que mil palabras"). Las explicaciones vienen acompañadas también con gráficos, que muestran estadísticas tales como las precipitaciones caídas durante esos días. Aunque se han escrito pocos libros sobre esta tragedia (hay que reconocer que en España no somos muy dados a recordar nuestros propios desastres), Alerta: la presa no resiste puede ser calificado como uno de los más completos y exhaustivos sobre un desastre que se ha escrito en nuestro país.

Escena favorita: Más que una escena concreta, lo que más me impactó cuando leí este libro por primera vez (siendo un niño todavía) fueron las imágenes que acompañan a las palabras. Y, sobre todo, imágenes tales como la presa derrumbada o la explosión de la central eléctrica de Alzira.

Calificación: 10/10.

domingo, 18 de marzo de 2012

Alerta roja: Neptuno hundido



Director: David Greene.
Actores: Charlton Heston, David Carradine, Stacey Keach, Stephen McHattie, Michael O'Keefe y Christopher Reeve.
Año: 1978.
País: Estados Unidos.

Argumento: El submarino nuclear estadounidense USS Neptune sufre un accidente contra un mercante noruego y se hunde en una sima, cerca de la costa estadounidense. El rescate correrá a cargo de un experimentado capitán.

Comentarios: En los años setenta se vivió un boom en las películas de catástrofes. En las décadas anteriores, la paranoia nuclear sirvió para hacer grandes películas de terror o ciencia ficción. Aunando ambas cosas, el cine de catástrofes y la paranoia nuclear, sale una película como Alerta roja: Neptuno hundido. Aunque en los años sesenta y setenta ya se dieron casos de submarinos hundidos de forma accidental, no sería hasta los años ochenta cuando se dio una gran oleada de accidentes de submarinos nucleares, especialmente rusos. Se puede decir que esta película se adelantó a esa nueva paranoia, ligada a lo nuclear.
En cuanto a la película en sí, resulta bastante interesante. Como siempre solía pasar en las películas de este género durante esa década de los setenta, está plagada de actores reconocibles, comandados en este caso por Charlton Heston. Sigue los patrones de las películas de aquella época, aunque su premisa está bien y es original para la época.

Escena favorita: En realidad, es destacable cualquier parte de la película, desde el momento en que se inicia el rescate, sobre todo.

Calificación: 6/10.

sábado, 17 de marzo de 2012

Único superviviente


Director: Mikael Salomon.
Actores: Billy Zane, Gloria Reuben e Isabella Hofmann.
Año: 2000.
País: Canadá.

Argumento: Un periodista entra en una profunda depresión tras la muerte de su mujer y su hijo en un accidente aéreo. Un año después del accidente, una mujer se pone en contacto con él que pretende explicarle la verdad sobre dicho accidente.

Comentarios: Único superviviente (también conocida como Más allá de la vida, no confundir con la película de Clint Eastwood) está basada en una novela de Dean R Koontz. Al contrario de las novelas suyas que suelen adaptarse, está no pertenece estrictamente al género de terror o ciencia ficción, sino que más bien se trata de un thriller. De fondo, un misterioso accidente aéreo, en el que muere la familia del protagonista. La trama engancha (no da la sensación de alguna otra película que parece estirada como un chicle) y resulta interesante. No es una gran obra, pero tampoco es tan mala como alguno esperaría.

Escena favorita: La del accidente aéreo es la mejor de toda la película. Además, si no recuerdo mal, creo que en ese momento el protagonista y su mujer estaban hablando por teléfono, lo que da más dramatismo e impacto al suceso.

Calificación: 5/10.

domingo, 11 de marzo de 2012

Meteoritos



Director: Chris Thompson.
Actores: Tom Wopat, Roxanne Hart y Abby Meates.
Año: 1998.
País: Estados Unidos.

Argumento: Un hombre que se dedica a realizar explosiones controladas de edificios deja su trabajo después d ela muerte de un compañero y se marcha con su familia a un pueblo. Sin embargo, la tranquilidad del pueblo se ve rota cuando se producen una extraña serie de explosiones, relacionadas con meteoritos que están cayendo en el lugar, y que son preludio de una lluvia de meteoritos que está por llegar. Sin embargo, el sheriff no quiere que el pánico cunda, ya que está a punto de celebrarse en el pueblo un festival (relacionado con los OVNIs, por cierto).

Comentarios: Cuando ya estaba todo dicho, en los años 90, sobre películas de rocas voladoras que chocan contra la Tierra, viene esta película. Deep impact o Armageddon fueron los ejemplos de aquella época. El resto sólo trataban de imitar estos éxitos. Sin embargo, aquí no tenemos una gran roca que amenaza con el exterminio de la Humanidad, sino decenas de rocas que amenazan la supervivencia de un pueblo.
Uno ya puede esperar lo que nos vamos a encontrar: una película llena de clichés. Personajes y situaciones mil veces vistos en cualquier otra película del género. Para colmo, los meteoritos parecen tan inteligentes que saben dónde tienen que caer para poner en apuros a los protagonistas o para matar a ciertos personajes. Este es un error que se reproduce mucho en las películas con personajes muy estereotipados (los buenos pasan apuros pero saldrán indemnes, mientras que los malo morirán). Lo único mínimamente aprovechable (y digo mínimamente) son los efectos especiales.

Escena favorita: Ninguna en concreto, la verdad.

Calificación: 3/10.

sábado, 10 de marzo de 2012

Una nube sobre Bhopal


Película documental.
Director: Gerardo Olivares y Larry Levene.
Año: 2001.
País: España.

Argumento: Documental sobre la catástrofe industrial de Bhopal (India), donde una fuga tóxica provocó entre 16.000 y 32.000 muertos.

Suceso real: El 3 de diciembre de 1984 se produjo en Bhopal (India) en denominado desastre de Bhopal. El accidente se debió a una fuga de 42 toneladas de isocianato de metilo en una fábrica de pesticidas perteneciente a la compañía estadounidense Union Carbide (parte de sus activos serían comprados, posteriormente, por Dow Chemical). El accidente se produjo al no tomarse las debidas precauciones durante las tareas de limpieza y mantenimiento de la planta. El agua a presión utilizada, junto a los cristales de cloruro sódico, metales y otras impurezas que arrastraba, entraron en contacto con el gas almacenado, iniciando una reacción exotérmica que provocó la abertura de las válvulas de seguridad por sobrepresión y la liberación del gas tóxico. Además, el sistema de refrigeración de los tanques y el catalizador de gases habían sido desactivados para ahorrar costes.
Al entrar en contacto con la atmósfera, el gas liberado empezó a descomponerse en otros gases tóxicos, tales como el fosgeno, monometilamina y ácido cianhídrico, también conocido como ácido prúsico o ciánuro de hidrógeno. Estos gases formaron una nube muy letal, que al ser más denso que el aire atmosférico, recorrió la ciudad a ras de suelo. Muchas personas murieron asfixiadas por el gas, y otras en accidentes provocados debido al caos de la evacuación.
En la primera semana de la catástrofe, murieron entre 6.000 y 8.000 personas. Se estima que otras 12.000 personas murieron posteriormente. Hoy en día, la cifra se sitúa entre los 16.000 y los 32.000 fallecidos. La tragedia afectó  más de 600.000 personas, de las cuales, 150.000 sufrieron graves secuelas. También murieron miles de cabezas de ganado y animales domésticos y el lugar quedó contaminado por sustancias tóxicas y metales pesados que tardarán años en desaparecer.
La fábrica quedó abandonada y Union Carbide nunca respondió por los daños. El 7 de junio de 2010, un tribunal indio condenó a ocho directivos de la empresa a dos años de prisión, y a una multa de 500.000 rupias (unos 8.900 euros) a la delegación india de la empresa. En recuerdo de este desastre, el 3 de diciembre se celebra en todo el mundo el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas.

Comentarios: La tragedia de Bhopal es una de las tragedias ecológicas más dañinas, aunque también más olvidada. Recuerda, en parte, a la de Chernóbil, aunque la de Bhopal fue anterior.
El documental Una nube sobre Bhopal refleja esta tragedia, además de denunciar la falta de responsabilidades por parte de los que deberían haberse responsabilizado: los dueños de la planta química y de la empresa. Se basa en el libro Era medianoche en Bhopal, escrito por Dominique Lapierre y Javier Moro. Precisamente, Lapierre ha desarrollado diferentes programas de ayuda en La India, después de haber escrito libros como Era medianoche en Bhopal o La ciudad de la alegría.
En cuanto al documental Una nube sobre Bhopal, es, principalmente, un documental de denuncia. Y es que, Union Carbide nunca se ha responsabilizado del desastre. Incluso, recientemente, se ha sabido, gracias a la última filtración de Wikileaks, que los afectados y sus abogados fueron espiados. Y es que el dólar todavía sigue teniendo demasiado poder. La empresa nunca se responsabilizó, porque eso costaría demasiado dinero, igual que tampoco se tomaron las medidas de seguridad adecuadas por la misma razón. Y, por supuesto, el Gobierno estadounidense los protege porque, al fin y al cabo, los muertos sólo son gente del tercer Mundo, que a nadie importan.
Una nube sobre Bhopal es, en definitiva, no sólo el retrato de una tragedia, sino también el retrato de la codicia de los que dirigen las grandes multinacionales.

Escena favorita: En el documental se comentaba un suceso ocurrido durante la tragedia, un suceso bastante increíble. Un santón, famoso por ser capaz de aguantar a respiración durante horas, estaba esa noche de meditación. Permaneció durante horas sin respirar, mientras pasaba la nube. Él fue la única persona que sobrevivió en su zona.

Calificación: 9/10.

domingo, 4 de marzo de 2012

Pánico en el autobús



Director: Richard Huber.
Actores: Hannes Jaenicke, Stefan Jürgens y Luis Lamprecht.
Año: 1997.
País: Alemania.

Argumento: Una calle se hunde debido a las obras de un túnel en su subsuelo. El socavón se traga un autobús urbano, dejando a los pasajeros atrapados. Entre ellos, viajaba el hijo del constructor responsable de la obra que ha provocado el desastre.

Comentarios: Pánico en el autobús es otra muestra del cine televisivo alemán que últimamente le ha dado por representar en la pantalla toda clase de desastres (algo que ya iré mostrando a lo largo de este blog). Con respecto a Pánico en el autobús, simplemente diré que es una película cargada de clichés y algunas situaciones bastante increíbles, aun tratándose de una película. Con todo, es una película interesante para un fin de semana en el que no haya nada más interesante para ver. Al menos, no es la típica película con tornados, terremotos, meteoritos, incendios o autobuses sin control.

Escena favorita: El hundimiento del autobús en el socavón es lo mejor de toda la película.

Calificación: 5/10.

sábado, 3 de marzo de 2012

Thunderbirds



Director: Jonathan Frakes.
Actores: Bill Paxton, Ben Kingsley y Anthony Edwards.
Año: 2004.
País: Estados Unidos.

Argumento: Un astronauta y sus hijos se dedican a salvar personas en toda clase de desastres, utilizando para ello una serie de naves y una base secreta. Sin embargo, un peligroso criminal internacional pone al equipo en su punto de mira.

Comentarios: Thunderbirds es una adaptación de una famosa serie de los años sesenta, que protagonizaban marionetas, y que en España se tituló Guardianes del espacio. En esta adaptación cinematográfica, los personajes son de carne y hueso. Reconozco que la serie original no la he visto, por lo que no la juzgaré como adaptación.
Thunderbirds tiene un grave fallo: que se centra demasiado en el público infantil. Sólo los niños podrían ver esta película hasta el final sin cansarse. Y que no se me entienda mal. Hay películas infantiles que los adultos también pueden disfrutar, pero Thunderbirds no es una de ellas. Además, hasta los actores da la sensación de que están a desgana y están muy desaprovechados (destaca en este sinsentido del reparto, sobre todo, Ben Kingsley, haciendo de malo malvado). Lo único aprovechable de toda la función son los efectos especiales que, al menos, están a la altura de una película de ciencia ficción actual.

Escena favorita: La escena inicial, con un desastre en una plataforma petrolífera, no está mal, supongo que por ser la primera. El resto de la película decae a un ritmo alarmante.

Calificación: 4/10.